Un outsider, un charlatán de programas de tv, economista estilo científico loco, que habla con su perro muerto y muchas otra excentricidades cuestionables, salió victorioso, frente a un político de carrera que por tercera vez intentó pelear por la presidencia. Esta vez con todo el estado detrás, dilapidando millones de pesos de los contribuyentes, en una de las campañas más feroces de las que tenga recuerdo, y cuyo fin, es liderar un país endeudado, con la economía destruida, con la educación en terapia intensiva y con la salud que apenas puede respirar. Ah, un detalle, fue parte el último año de uno de los periodos económicos más tormentosos de todos los tiempos.
Y algunos todavía se preguntan por que no ganaron. Si lo que estaba enfrente, traía algunas ideas radicales (por locas, no por el partido), algunas que refieren a uno de los periodos más oscuros de la argentina, como fue la dictadura, sin un partido político fuerte que lo sostenga y apenas con dinero para hacer campaña.
Todavía están en la etapa de echar culpas, pero nunca se culpan a si mismo, nunca reflexionan, nunca hacen autocrítica, y si la hacen es del calibre de "falto militancia".
La estrategia, fue impulsar la imagen de Milei, como el oponente a vencer, pero débil, el gatito mimoso. El gatito que había ganado las primarias, porque la gente estaba enojada y porque el resto de los candidatos no aportaban nada o estaban divididos. Y el gatito, con la ayuda de otro gatito, les terminó dando vuelta el ballotage.
Ni la campaña del miedo más cruel de la historia, con gente que cada vez le cuesta más llegar a fin de mes, con la calle cada vez más violenta, con medicamentos que faltan, con derechos que se fueron desvaneciendo en la impericia del estado ñoqui, sirvieron.
No todos los que viven del papá estado los soportan, es evidente. Y otra parte eligió no votar al tipo que les quitó más del 50% del poder adquisitivo en 1 año y que además se presentaba como el salvador. Y otra parte, genuina pero inocentemente, creen que Milei puede hacer algo bueno con la bomba económica que deja la presidencia de "El Profesor".
Si en frente de Massa quedaba un bidón de agua de dispenser, ganaba el bidón. Tal vez incluso por mayor diferencia.
¿Y que salieron a decir? "El pueblo a veces se equivoca" título uno por ahí, o una ya ni se.
Esa es otra cosa, se tomaron el atrevimiento de auto nombrarse "la patria", otro paso más en la adueñacion de símbolos y causas nacionales. Como si fuese ellos o la nada. "La patria esta en peligro", gran lema, pero apenas perdieron empezaron a socavar al nuevo presidente electo, ¡en el propio discurso del perdedor! Tal vez no era una advertencia sobre Milei, sino, una amenaza.
La gente se cansa. Se cansa de las políticas para las minorías, por simple matemática. Las minorías, no son las mayorías. Y cuando a la mayoría la esquilmas a impuestos, le robas, la tratas de anti patria, bueno, vota al loco del pueblo con tal de que te vayas, después se verá.
Hasta el no pago de impuesto a las ganancias, fue para una minoría encumbrada (en terminos de economia local), minoría que no existiría si la ley de impuesto a las ganancias se hubiera ido actualizando de acuerdo a la inflación, pero obvio no le convenía a la caja nacional.
Este año, podría decirse que la economía recupero niveles similares pre cuarentena, pero la sociedad no se recuperó. Quedo destruida, mental y emocionalmente. El gobierno de científicos, le quito a la gente por culpa de un virus, lo poco que le quedaba para ser feliz, que era juntarse con los suyos. Y la frutilla del postre fue el vacunatorio vip y la fiesta de olivos. Cerrar pueblos de 1000 habitantes.
La culpa es de Macri, de la pandemia, de la guerra a 15 mil kilómetros. Pero nunca reflexionan. Nunca se miran desde afuera. Nunca se preguntan, porque están tan convencidos de que ellos son la solución, que ni se dan cuenta cuando generan los problemas.
La realidad es que durante décadas el peronismo, que luego fue convertido en kirchnerismo, solo se sirve a su propio beneficio. Pero no al de sus adherentes, puede que algunos, pero no de la mayoría. Unos pocos, líderes, con poder territorial con capacidad de acarrear votos y gente, que sirve para mantener el poder; territorialidad.
Es un modelo que han explotado hasta el cansancio. Pero la gente no es territorio. Se olvidaron de la gente. Se olvidaron que en el siglo 21 surgen nuevas tradiciones, nuevos movimientos, a la velocidad de la luz.
Ya no sirve con solo tener unos medios amigos y punteros, si a la vez destruís el sustento de cada día, y la gente depende de el descuento de la promoción y el subsidio para llegar a fin de mes.
Seguirán culpando a la derecha. Seguirán culpando a la dictadura. Seguirán culpando a Macri y a De La Rua. A la globalización, a EEUU, al FMI.
En su cabeza, la culpa nunca es de ellos, por eso no se dan cuenta de por que perdieron.